jueves, 24 de septiembre de 2015

Yo Quiero Un País Nuevo



Ayer un amigo de Barcelona y después de hablar un instante sobre las elecciones del domingo me dijo, pero a ti, ni se te ocurra hablar del asunto, ten cuidado,  la gente te conoce y no deberías posicionarte.


Llevo todo el día con ese run, run, hablar o no hablar, pues lo siento yo no soy de callarme, este blog se llama “A Veces Cuando Pienso Demasiado” y que se entienda, como se quiera.



Yo no quiero que Cataluña se independice, no quiero una España sin Cataluña, porque eso ya no sería España, pero tampoco quiero una España como la de los últimos años, atestada de corruptos, tramposos, oportunistas casposos y gobernantes ocurrentes.

Quizás sea un iluso, pero a mí me gustaría un país gobernado por los mejores, los más preparados. Yo quiero una España en la que la mayoría se sienta cómoda, yo quiero un país moderno, con leyes modernas, comprometido con los derechos sociales,  con el medio ambiente, absolutamente laico, comprometido con la cultura, y con la formación de sus ciudadanos. Con una  clara separación de poderes y con un reconocimiento de todas las lenguas de nuestro país como propias.

Quiero un país donde todas las regiones que los conforman, sean solidarias entre sí, para garantizar el desarrollo de todas ellas. Quiero un país que premie a los primeros de la clase,  y les brinde a estos la oportunidad de ayudar a los últimos, porque no hay mayor que recompensa.

Quiero un país nuevo y ojala estas elecciones de Cataluña, nos traigan ese país nuevo que la mayoría ansiamos.


Ojala que mis amigos catalanes voten para seguir juntos. Creo que si las posiciones se distancian en exceso, nos haremos un daño irreparable.

Lo ideal es dar por el saco a todo lo viejo,  y votar por aquellos que nos ofrecen la promesa de hacer juntos una España nueva,  sin imposiciones, recuperando el consenso, a través del dialogo, el respeto y la participación de todos.

Yo confío en el sentido común de mis primos de Vic, de Sant Quirze de Besora, y de Mataró, de mis amigos de Tarrasa y de Barcelona, confío en los de Sant Joan de les Abadesses, confío en el buen criterio de todos ellos y creo que el Domingo por fin, acabaremos con todo lo viejo que nos confunde y nos enfrenta.

Buena suerte y feliz noche.


 Al caigut dona-li la mà i ell després t'ajudarà.

2 comentarios:

  1. Gracias Francis,

    Lo primero decirte que suscribo los consejos que te da tu amigo de Barcelona. Está bien opinar de lo que sea. El límite es opinar sobre lo que opinan los demás y nunca, eso sí, opinar diciendo lo que deben opinar los otros. Pero lo que has escrito sí que sí.

    Yo, pienso igual. A mi también me gustaría esa España que tú mencionas. Me encantaría, lo sabes porque te he dicho mil veces que esa es la causa de tanto lío.

    Ahora dime, ¿Quién coño está vendiendo esa idea? ¿Alguien la capitaliza? ¿Alguien es capaz de transformarla? ¿Quién la publicita? ¿Se puede inventar una nueva España sin cambiar antes a los españoles que la impiden? ¿Hasta cuando hay que esperar en el proceso? ¿Quién le va a poner el cascabel al gato?

    ¿Sabes que no he probado nunca la casquería y que le tengo muchas ganas?

    :-) Un besazo!

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  2. Lo primero un abrazo enorme Ferran y decirte que aquí os espero cuando queráis.
    Y sobre lo segundo, te digo;
    Ante el discurso destructivo, que generaliza y acusa al resto de España de robar a los catalanes, de odiaros, de trataros como a una colonia y de tantas cosas malas. Se presenta otro discurso totalmente apocalíptico, que habla de corralitos, de miseria, de exclusión…
    Ninguno de esos dos discursos me interesa y creo que existen opciones sensatas de todos los colores, desde los nacionalistas moderados de Unió, a los unionistas de centro de Ciudadanos, y llegando finalmente a la izquierda de Podemos que concurre junto a los ecologistas, ¡mira si hay opciones! Podrán gustarnos unas más que otras, pero al menos todas hablan de construir algo nuevo, de tender puentes, de dialogo.
    Entiendo que para muchos catalanes resulta muy tentadora la opción de construir un país nuevo. Vuestros sentimientos y vuestros sueños os perteneces y son importantes. Aunque a veces no se tiene en cuenta, que hay un buen número de españoles, para los que sus sentimientos y sus sueños también son muy importantes.
    Si no actuamos con cabeza, con sentido común, puede que acabemos lamentándolo y dejaremos en manos de los frentistas, cualquier opción de solución dialogada y razonada.

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