LA CASQUERÍA, La crónica de cómo empezó todo.
La cocina en nuestro país no ha parado de
crecer en los últimos 40 años. Cuarenta años que coinciden exactamente con las
conquista de las libertades, con el crecimiento económico y con la ruptura de
un aislamiento crónico y el ingreso en las instituciones mundiales y europeas.
Es lógico que en esos primeros años, las
influencias culinarias llegaran por las permeables fronteras del País Vasco, en
lo que se denominó La Nueva Cocina Vasca. Después Cataluña nos regaló el genio
de Adrià y con él nació una revolución culinaria equiparable a la de Escoffier o Bocuse en Francia y cuyas
consecuencias se sienten y se sentirán por siempre, Adrià ha sido una suerte de
Leonardo Davinci de la cocina.
Durante años Adrià y su equipo hicieron un trabajo increíble.
Cuestionaron y hicieron cosas que hasta entonces parecían imposibles, como las
gelatinas calientes, raviolis líquidos, espumas, aires, esferificaciones y
cientos de trabajos más. Técnicas que compartieron generosamente con todo el
mundo, atestando las bibliotecas de los cocineros de voluminosos tratados
anuales de cocina. Algo también inédito en la historia de la literatura
gastronómica.
Esta revolución culinaria se ha extendido
por todo el mundo. Las técnicas culinarias que Ferran nos regaló continúan
plenamente vigentes. Dichas técnicas ya se han integrado en las recetas, ya no
son lo más importante, digamos que la técnica está al servicio de la receta,
del sabor.
En cada país, en cada región, ha irrumpido con
fuerza una suerte de nacionalismo culinario, que no es más que una vuelta a la
cocina del terruño, pero con las técnicas de hoy. Hoy cada cocinero busca
marcar distancias, distinguirse, y esa distinción unas veces se la da su
territorio, sus productos, su carácter, sus estilo o el tema sobre el que quiere
que su trabajo gire.
En 2013 pensamos que era momento de definir un
estilo propio. Si queríamos ser diferentes, si queríamos ser reconocidos y
valorados por hacer una cocina con
personalidad, debíamos encontrar una línea conceptual que marcara nuestro trabajo.
Entonces comenzamos a revisar algunos de nuestros trabajos anteriores. Uno de ellos era el que en 1998 hicimos sobre la casquería, pero que al poco tiempo dejamos de lado. Principalmente porque cocinar casquería iba a resultar un camino complejo y difícil de entender por gran parte del público. No era un momento económico fácil y cerrarte puertas no era lo más aconsejable cuando estábamos empezando.
Entonces comenzamos a revisar algunos de nuestros trabajos anteriores. Uno de ellos era el que en 1998 hicimos sobre la casquería, pero que al poco tiempo dejamos de lado. Principalmente porque cocinar casquería iba a resultar un camino complejo y difícil de entender por gran parte del público. No era un momento económico fácil y cerrarte puertas no era lo más aconsejable cuando estábamos empezando.
Pero en 2013 decidimos apostar por la casquería, vimos claro que ese podía ser el
camino, porque ningún camino fácil te lleva a ningún lugar deslumbrante.
Animados por el reto que suponía, volvimos a retomarlo, a mirar la casquería con otros ojos, con el
bagaje y las técnicas que nos habían dado los 16 años que habían pasado desde
nuestra primera incursión en este mundo de los entresijos.
Teníamos una primera oportunidad en enero de
2014 en el congreso Madrid Fusión y decidimos aprovecharla y presentar allí
toda una ponencia donde desarrollamos más de 15 platos o trabajos sobre
casquería. Un trabajo en el jugábamos a descontextualizar la casquería a
llevarla a oriente, mediantes Guiozas de morros, rollos Vietnamitas, Ramen de
piel de cerdo, etc. Podrás ver mucha información sobre aquellos momentos iniciales en los enlaces que te adjunto, que te llevarán directo al punto exacto del blog.
Nada más venir de Madrid fusión la
excitación era tremenda, la gente nos decía que habíamos desarrollado una de
las mejores ponencias del congreso. Estábamos felices, era exactamente el
espaldarazo que necesitábamos para decidirnos a elegir la casquería como línea
argumental de nuestro trabajo.
Pensamos que el siguiente reto debía ser, hacer un menú temático en el que todo fuera
casquería. Es verdad que en Madrid fusión habíamos presentado propuestas
exóticas, divertidas e impactantes. Buenas para presentarlas en la pantalla de
un congreso, pero no lo suficientemente buenas, como para ser expuestas en la
mesa de un restaurante, que acababa de estrenar su segunda estrella Michelin
por un menú inspirado en el valle de Ezcaray y que poco o nada tenía que ver
con la casquería.
Todos los miedos se nos amontonaban, así que
decidimos mantener ese año el menú por el cual se nos había concedido la
segunda estrella y estrenar en paralelo, un segundo menú que llamamos "Desde las
entrañas" y que presentamos en la carta con este enunciado que es una declaración de intenciones.
“En este menú que llamamos Desde Las Entrañas, cocinamos el alma
de algunos productos cárnicos. Cocinamos los órganos vitales de aquellos
animales de los que habitualmente sólo nos comemos sus músculos.
Hablamos de entrañas y vísceras, de entresijos y asaduras, de
achuras y despojos... hablamos de casquería.
Les proponemos, a través de estas recetas, revisar la tradición; les
invitamos a enfrentarse a sus tabúes y, por qué no, a disfrutar de un menú que
creemos que les resultará sorprendente y rico”.
Y así con este escrito comenzamos un año que
ya no olvidaremos.
La aceptación del menú fue buena, digamos
que de todos los clientes que visitaron el Portal, tan sólo el 15% se decantaba por el menú casquería. A
pesar de ofertar un menú tan radical, conseguimos mantener las dos estrellas.
http://francis-avecescuandopiensodemasiado.blogspot.com.es/2014/08/desde-las-entranas-casqueria-tercera.html
Eso nos animó a seguir perseverando y tratar de hacer un trabajo más fino si cabe, más acorde a la categoría del restaurante. Así en marzo de 2015 décimos dar un paso más, y trabajar conceptos como el terruño, y aportar nuevos productos como la sangre de cordero, presentamos el actual menú, que detallo a continuación con las explicaciones de cada plato.
http://francis-avecescuandopiensodemasiado.blogspot.com.es/2014/08/desde-las-entranas-casqueria-tercera.html
Eso nos animó a seguir perseverando y tratar de hacer un trabajo más fino si cabe, más acorde a la categoría del restaurante. Así en marzo de 2015 décimos dar un paso más, y trabajar conceptos como el terruño, y aportar nuevos productos como la sangre de cordero, presentamos el actual menú, que detallo a continuación con las explicaciones de cada plato.
Menú, Desde las
entrañas.
Casquería
primera parte
En pleno
desarrollo del trabajo sobre la Casquería y absolutamente desbordados por la
emoción, comenzamos a jugar de una manera un tanto alocada, la ideas se
agolpaban y llamaban a la puerta, como queriendo entrar todas a la vez. Es una
sensación maravillosa, es esa sensación y la búsqueda de ese momento, el motivo
por el cual, este oficio de locos nos sigue ilusionando.
Los
corazones de cordero eran uno, de esos ingredientes que debíamos trabajar. El
modus operandi en nuestro caso está muy claro, primero buscar que se hace por
ahí, donde fuere, en cualquier lugar, y ahí nos encontramos con que en
Latinoamérica son muy célebres la brochetas de corazones, que se venden por la
calle y que se conocen como Anticuchos. En mi tierra la Rioja, se utilizan como
un ingrediente más para elaborar la Asadurilla de cordero.
Limpiándolos,
manipulándolos, observamos que se trata de musculo de aspecto sano y sin nada
de grasa. Fue entonces cuando nos vino a la cabeza la posibilidad de trabajar
esta pieza de casquería a modo de steak-tartar. El desafío era romper un mito,
¿puede la casquería comerse cruda?
SESOS LACADOS.
Emulando a un hígado de pato, a partir de unos sesos de cordero
Las
ideas casi siempre surgen después de hacernos preguntas, en este caso la
pregunta fue; ¿podría un seso de cordero parecerse a un foie gras? Nada tienen
que ver, desde luego, pero el juego ha sido divertido. El resultado un seso
lacado, sobre un toffee de ave, acompañado por el ácido que le aporta la
cebolla roja salteada con vinagre de vino y un leve toque de lima.
Ángel León, cocinero gaditano, es un fuera de serie, un faro que irrumpe con una cocina de una fuerza descomunal. Angel solo cocina con productos del mar, por eso se le conoce como “El Chef del Mar”. Su trabajo inspira esta receta, pero en sentido inverso, cocinar el mar sin mar y aquí se presenta esta Navaja que no lo es, realizada a partir de los tendones de las manos de cerdo.
Una crema de coliflor con un toque de coco y de jamón ibérico, cubierta con una fina capa de tierras crujientes. Sobre esta una lechecilla de cordero en tempura y una ensalada de nabos encurtidos y vinagreta de salazones.
Casquería
segunda parte
ADOBOS
EN ESCABECHE, cigala asada y siempre-vivas.
Cocinamos
unas orejas de cerdo en adobo con el tratamiento típico de un escabeche
tradicional. Después de deshuesar la oreja, le damos la forma de una pieza de
carne melosa. La colocamos en el fondo del plato sobre una crema de vegetales y
la acompañamos de una cigala asada, rabanitos y una juliana de cebolleta
fresca. La idea, mostrar la casquería de otra manera.
ARROZ “saignant”
El
término Saignant significa sangrante. Teníamos claro que para definir este
plato debíamos utilizar un eufemismo, y este galicismo nos parecía perfecto.
Hacemos un caldo de gallina muy sustancioso, a parte un ragout, en el que
utilizamos sangrecilla de cordero, de
ahí el nombre del plato. Con todo eso ligamos un arroz a modo de risotto. Al
final lo terminamos con un jugo de remolacha para darle el color y lo servimos
con una cucharada de aire de estragón, que refresca el conjunto.
CALAMAR A LA PARRILLA,
sobre mole negro de sus asaduras.
En este
plato partimos de una elaboración muy riojana, La Asadurilla de Cordero, guiso
tradicional a base de asaduras de cordero (pulmones e hígado). Nos pareció que
no estaba muy lejos de un tradicional Gazpacho Manchego y de pronto vimos que
bien podía acercarse a un Mole Poblano, y así, con todo eso, comenzamos a
jugar. Este año el juego da un paso más allá, y nos decidimos a hacer esas
asaduras, pero con los interiores de los pescados, en este caso el hígado de
rape y la tripa del chipirón. El resultado vuelve a ser una especie de mole,
pero a nuestro juicio mucho más sutil. Lo acompañamos con el propio calamar a
la parrilla, zanahoria morada, aceite de nuez y brotes de mandarina.
CALLOS DE PIEL DE
CERDO
La piel
de cerdo ha resultado ser uno de los grandes descubrimientos de todo este
trabajo entorno a la casquería. Recordaba las matanzas que cuando era niño, se hacían en el pueblo.
Era común que una vez muerto el animal, y cuando ya se le había chamuscado con
helechos secos, a los niños se nos regalaba las cortezas del cerdo, que a
dentelladas nos comíamos sin miramientos. Nos gustaba. Acabamos volviendo a la
infancia.
MANZANA “Casquería de
manzana”
La piel
de manzana, su compota tostada y toda una declinación en torno a la manzana.
Este año 2015 ha sido un gran año, ha supuesto la
consolidación de una propuesta que aún tiene mucho recorrido y
posibilidades. Nuestro menú de casquería lo probó, incluso el rey Juan Carlos
en una visita que no olvidaremos nunca.
Creo que incluso la palabra casquería se ha
utilizado muchas veces en sentido peyorativo, para definir
situaciones escabrosas, truculentas o desagradables, en películas o programas
de televisión. La casquería debía reivindicarse porque ha formado parte de
nuestra cultura durante años, algunos de los mejores platos de nuestra
tradición son de casquería y no merecía caer en el olvido o convertirse sólo en
comida de snobs.
Nosotros no ostentamos el mérito de ser los únicos, dios me libre.
Javier Estévez abrió en 2015 una taberna dedicada a la casquería y la que ha
denominado la Tasquería. Julio Rehoyo, hace cada año unas jornadas casqueras que
atraen a cientos de aficionados y el gran Abraham García es considerado por
todos como el gran maestro de esta disciplina. Nosotros sólo hemos cometido la
osadía de servirlo en un restaurante que posee dos estrellas Michelin.
Mil gracias a los que leeis esta chapa, escribirlo ha supuesto una reflexión sobre el camino recorrido hasta ahora.
A divertirse con este video
Cocinando con los Descartes
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Cocinando con los Descartes
Francis Paniego